Millie Toulet
La etapa de oruga, para mí, es la etapa fundamental de la metamorfosis, ya que durante la misma experimentamos cambios muy profundos, pero esenciales para encontrar nuestro lugar en el mundo. Sin embargo, al ser la fundamental, también es la más difícil de superar; es un círculo vicioso, un eterno stand-by en el que nos sentimos estancados con nosotros mismos y creemos que seremos incapaces de cambiar, como si ya hubiésemos pasado nuestro “pico”. Nos comparamos a las mariposas y nos rodeamos de otras orugas, cayendo nuevamente en el mismo círculo. Yo sé, es difícil, drenante, incesante…pero te propongo algo: aceptá esto como una parte más de tu metamorfosis, y aunque no puedo prometerte que vas a disfrutar siempre el proceso, quiero que sepas que es el último paso antes de evolucionar.
Metamorfosis, etimológicamente, significa transformación. Para mí, es un proceso constante e infinito, que tiene muchas etapas, y ninguna es igual a la anterior. Este proceso es realizado en la naturaleza por muchos animales, incluyendo las mariposas. La metamorfosis de la que hablo es aquella en la cual cambiamos para mejorar y avanzar de nuestra etapa anterior, disfrutando el proceso y afrontando sus dificultades y altibajos como parte de nuestra evolución sin despreciar a ninguna de sus etapas, en cambio, alegrarnos de que pudimos superarlas y apreciar lo bueno que podemos sacar de cada una.
Llegar a ser mariposa no es nuestro “pico”; al contrario, es la suma de todas tus etapas anteriores, construida por todos los cambios que pasamos; es la etapa de aceptación total de uno mismo, pero a la vez, la predisposición a cambiar y a seguir transformándose constantemente. Es el momento en el que finalmente encontramos nuestro lugar en el mundo y lo que nos permite FLUIR. Ser mariposa no es desmerecer o tratar de esconder nuestro pasado, al contrario, nos enorgullecemos de lo que pasamos para inspirar a aquellas que están transitando la misma etapa. Hay mariposas en miles de colores diferentes; lo que nos une, es la necesidad de siempre volar un poco más alto.
Puedo decir que fui la típica nerd, la inteligente, la que nunca le faltaba una tarea. No tenía muchos amigos, y nunca me sentí comprendida por los pocos que tenía.
Paso el tiempo y me di cuenta que el mundo se conforma con conocer a las personas y yo simplemente me conformo con entenderlas. Tal vez porque crecí sin encajar, o porque cuando quise encajar no crecí.
Tomé caminos equivocados, conocí personas que yo pensaba que eran mis verdaderos amigos, y sin querer caí a un ciclo tóxico. Le mentí a todos los que conocía, pero a la que peor le mentí fue a mí misma. Intenté convencerme que estaba feliz como estaba, pero la realidad es que no encontraba mi lugar en el mundo; era una oruga en un mundo lleno de mariposas.
En todo este proceso de transformación no puedo permitirme guardar lo que aprendí. Mi aprendizaje me inspiró a crear un movimiento transformador, con un impacto positivo en la vida de cualquiera que haya tenido una experiencia similar a la mía; LA VENGANZA DE LA ORUGA.
La Venganza de la Oruga es un movimiento que promueve y fomenta dar a conocer historias de personas que pudieron superarse, para motivar e inspirar a otras que alguna vez se sintieron “orugas”.
El objetivo de la Venganza de la Oruga es mostrar que la metamorfosis positiva es posible, y darte un espacio para que compartas la tuya. ¿Como haces vos tu cambio a mariposa?
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